La transición del hogar a la escuela

Apostamos por un proceso respetuoso con el niño
Los adultos debemos estar para el niño y no al revés

En el centro infantil Mi Primera Escuela en Elda buscamos crear un ambiente familiar y cercano para favorecer la transición del hogar a la escuela desde la primera reunión informativa.

Propiciamos la transición del hogar a nuestro centro infantil de una forma gradual y respetuosa para evitar que el niño se sienta inseguro.

En Mi Primera Escuela apostamos por un PA lo más respetuoso posible con el niño al mismo tiempo que tratamos de no generar un problema para las familias que viven con dificultad el poder conciliar esta necesidad de sus retoños con sus propias exigencias laborales.

Lo primero es el niño y siempre tratamos de adaptarnos a los ritmos individuales que dada uno de ellos nos va marcando según van asumiendo esta nueva situación en su vida. 

Los problemas de adaptación del niño o niña dependen en gran medida de esa sensación de seguridad e independencia que también desde el hogar se ha de transmitir.

En Mi Primera Escuela les ayudaremos en su aprendizaje y transición. El ser de apego debe estar presente y fomentar la exploración en el niño de su nuevo entorno. Los periodos de permanencia en el centro de educación infantil al principio serán todo lo breves que cada niño o niña precisen. Ni jornadas enteras ni jornadas de hora y media. Será la jornada que más se acople a su necesidad, que le evite el sufrimiento innecesario y que le flexibilice con un margen necesario hasta que perciba las cualidades positivas de su nuevo entorno. La preparación y colaboración de la familia será sumamente importante en este proceso. La interacción con la educadora y otros alumnos facilitarán que el niño comience a sentirse parte de la comunidad. Progresivamente el niño logrará una separación más sana y segura de su ambiente familiar, a su propio ritmo y con el apoyo necesario para construir la confianza en si mismo y en los demás que le acompañará toda la vida. 


 

 

 

 

Este proceso será mucho menos agresivo para la mente infantil. Habrá niños que en tan solo unos días y con la buena práctica de educadoras y padres lo consigan y habrá otros que no. Habrá que interpretar su llanto como expresión de temor, aceptarlo y tomar las medidas para que puedan superarlo. Satisfacer necesidades básicas, sentirse protegido de peligros reales, encontrar afecto y aprecio… CONECTAR. El vínculo con su educadora devolverá al niño la tranquilidad que precisa.

Es nuestro deseo que ningún niño, que ninguna familia, que ninguna mamá, tenga que vivir con dolor algo que tiene que ser motivo de alegría.

Es nuestro deseo que ninguna educadora tenga que volver a su casa en un día de los de principio de curso con la sensación de no saber si ha hecho todo lo posible por calmar a los niños, por conectar, por fortalecer ese vínculo tan necesario…

Es nuestro deseo que todas las directoras y directores de centros de infantil tengan las ganas y las fuerzas necesarias para poder plantear un nuevo modo de llevarlo a cabo respetando a todos los implicados, principalmente a los niños.

La calidad del vínculo que se establezca en estas primeras experiencias determinará qué tipo de APEGO desarrolla. Si aspiramos a un APEGO SEGURO, tenemos que poner en valor nuestra capacidad para ponernos al servicio de los niños y cubrir todas sus necesidades incluso las del cerebro emocional.

Apostar por un proceso respetuoso es INVERTRI EN SU FUTURO

 

 

 

 

 

Si deseas conocer más detalles sobre nuestro proceso de acogida respetuoso visita nuestro blog

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